Mi vida consiste en proveer comida, agua y calor. No me quejo, ellas son mis pequeñas jefas. Gris es elegante, Candy es un torbellino. Las amo. - 10/10.
Vengo a dejarles snacks especiales y siempre me reciben con desconfianza. Aún así, un segundo de frote de cabeza vale la pena. ¡Son divinas!
Candy me ha destrozado. Fui un digno adversario, pero ella es demasiado rápida. Gris solo me mira con desdén. Su nivel de juego es inigualable. - Estoy muerto.
Cada mañana me muevo lentamente por la casa para asegurar que Gris y Candy puedan seguirme y recargar energía. Mi misión es calentarlas. Trabajo en equipo.